es una historia, hete aquí que he contado una pequeña historia, acerca de mí, acerca de la vida que hubiera podido ser mía sin que nada hubiera cambiado, que lo fue quizá, tal vez he pasado por allí antes de que mereciera pasar por aquí, quién sabe hacia qué altos destinos me encamino, a menos que de ellos regrese. Pero una vez más debe de seguir tratándose de otro, tan bien lo veo, yendo y viniendo por entre sus toneles, impidiéndole temblar a su mano, soltando su vaso, oyéndolo rebotar y rodar, efectuando giros con la pierna, poniéndose de rodillas, estirándose boca acabjo, arrastrándose, la cosa se detiene ahí, debí ser yo, pero yo no me vi nunca, no se trata, pues, de mí, nada sé de ello, ¿cómo reconocerme, puesto que nunca me encontré a mí mismo?, esto se detiene ahí, esto es todo, ya no lo veo, no volveré a verlo, sí, ahora está ahí, con los otros, no los nombraré, eso se dice, se dice todo, los unos hacen esto, los otros aquéllos, él hace lo que dije, ya no lo recuerdo, volverá, para hacerme compañía, únicamente los malvados están solos, lo volveré a ver, él lo habrá querido, quiso saber cómo era, cómo vivía, o no volverá, una de dos, no vuelven todos, quiero decir que debe de haber algunos a los que yo no haya visto más que una vez, hasta el momento, exactamente, eso no hace más que empezar, siento que el fin se aproxima y el principio lo mismo, a cada cual su órbita, es evidente...
Samuel Beckett: El Innombrable
Escrito por calamar a las 14 de Febrero 2005 a las 11:07 PM