Nada más puedo recordar de lo que se dijo aquella noche. Al día siguiente bajé temprano al comedor. Por los cristales vi que había nevado; los páramos se perdían en la mañana. No había nadie más. Ulrica me invitó a su mesa. Me dijo que le gustaba salir a caminar sola.
Recordé una broma de Shopenhauer y le contesté:
-A mí también. Podemos salir juntos los dos.
(Jorge Luis Borges: Ulrica)
Escrito por calamar a las 3 de Septiembre 2004 a las 11:04 PMOh! me ha gustado...
Escrito por Palo a las 4 de Septiembre 2004 a las 02:45 AMme parece una broma preciosa
Escrito por k a las 9 de Septiembre 2004 a las 01:31 AM