La circulación individual de las élites es un factor esencial de equilibrio social. Si no se realiza regularmente y de manera suficiente, la sociedad funciona mal y una situación revolucionaria se incuba en ella, la cual tenderá a sustituir la circulación individual de las élites por una circulación colectiva. "Un simple retraso en esta circulación puede tener por efecto aumentar considerablemente el número de elementos de calidad superior que conforman las clases dominadas. En este caso e equilibrio social se transforma en inestable; el menor choque... lo destruye. Una conquista o una revolución acaban por trastornarlo todo, llevar al poder una nueva élite y establecer un nuevo equilibrio".
V. Pareto, en M. Duverger, Sociología de la política.