26 de Septiembre 2004

entre bambalinas

Soñé que, finalmente, la función comenzaba en un gran teatro, con palcos dorados y parcheados de terciopelo rojo. Lleno absoluto. Estábamos detrás del escenario, curiosamente sin dejarme llevar por la ansiedad. Era como si no fuese el momento que correspondía, como si de repente estuviésemos allí, dando comienzo la obra, sin haber sido conscientes del paso del tiempo, como si hace apenas unos segundos estuviésemos aún dando comienzo a los primeros ensayos. Yo estaba tranquilo, pero era consciente de mi falta. Finalmente alguien se dio cuenta (creo que se trataba de Sara). No es que no me acordara del papel, no era una duda o un lapsus momentáneo: ¡es que ni siquiera había echado un vistazo a mi parte! No recuerdo si era larga o corta, pero cundió la histeria y las recriminaciones. Quedaban bastantes páginas hasta mi entrada en escena: traté de hacerme una idea general y confiar en la improvisación. De alguna manera, confiaba en la otra persona. Habíamos alcanzado complicidad para eso y más.

Interpretación: ¡Voy a echarte de menos, carajo!

Escrito por calamar a las 26 de Septiembre 2004 a las 10:14 PM
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